Un pequeño ejemplo
"Porque yo servía de copero al rey." Nehemías 1.11
Se cree que William Adams (1564–1620) fue el primer inglés en llegar a Japón. El shogun japonés reinante tuvo una
buena impresión de él y lo convirtió en su intérprete y consejero personal ante las potencias de Occidente.
Con el tiempo, Adams recibió dos espadas, con el rango de samurái. Esto demostraba cuánto lo reverenciaban los
japoneses. Como William Adams sirvió debidamente al rey extranjero, también fue recompensado con amplias
oportunidades de influir sobre él.
Siglos antes, otro hombre que se encontraba en una tierra extraña también influyó en gran manera sobre su
gobernante. Nehemías era el copero del rey persa Artajerjes (Nehemías 1.11). En la corte real, antes de que el
monarca bebiera el vino, el copero lo probaba para protegerlo de ser envenenado.
Pero este cargo también significaba que el rey lo consideraba un consejero confiable. La integridad, la capacidad
administrativa y la sabiduría de Nehemías lo convirtieron en confidente de su majestad, lo cual abrió el camino para
la reconstrucción de los muros de Jerusalén.
Tal como sucedió con Nehemías, todos nosotros disponemos de una esfera particular de influencia. La crianza de los
hijos, el trabajo comunitario o en la iglesia y nuestro empleo secular nos proporcionan un escenario donde podemos
ejercer un efecto beneficioso en los demás.
¿Ha colocado el Señor alguna persona en tu vida sobre la cual puedes influir?
AÚN UN PEQUEÑO EJEMPLO PUEDE EJERCER UNA GRAN INFLUENCIA EN LA OBRA DE DIOS.
Tomado de Nuestro Pan Diario.
Manuel González fue el primer rescatador que llegó al lugar donde 33 mineros estuvieron atrapados durante 69
días en una mina chilena en 2010. Arriesgó su vida al descender más de 600 metros (2.000 pies) para llevarlos a
la superficie. El mundo miraba con asombro mientras un minero tras otro era rescatado y liberado.
La Biblia nos habla de un rescate aun más asombroso. Por la desobediencia de Adán y Eva, toda la humanidad
está atrapada en el pecado (Génesis 2.17; 3.6,19; Romanos 5.12). Incapaz de liberarse, cada ser humano enfrenta
la muerte, física y eterna.
Pero Dios ha provisto un Rescatador: Jesucristo, el Hijo de Dios. Todo aquel que acepta el regalo de la salvación
ofrecido mediante su muerte y resurrección es liberado de las garras del pecado y de la pena de muerte resultante
(Romanos 5.8-11; 10.9-11; Efesios 2.1-10).
"Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también
perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a
las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; mas ahora Cristo ha
resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un
hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren,
también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que
son de Cristo, en su venida. Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo
dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos
debajo de sus pies." (1ª Corintios 15.1-4, 20-25).
Jesucristo es "primicias de los que durmieron" (1ª Corintios 15.20). Fue el primero en resucitar de los muertos,
para no volver a morir jamás. Asimismo, todos los que ponen su fe en Él reciben la vida (Romanos 8.11).
¿Sigues atrapado en tus pecados? Acepta el regalo de la salvación que Dios ofrece y disfruta de la libertad en
Cristo en esta vida y de la eternidad con Él (Hechos 16.31; Efesios 2.1; Colosenses 2.13).
MEDIANTE SU CRUZ, JESÚS RESCATA Y REDIME.
Tomado de Nuestro Pan Diario.
…y le puso por nombre JESÚS. Mateo 1.25.
Como tiendo a aferrarme a mis planes, cualquier cosa que me desvíe de mis rutinas puede resultarme
sumamente irritante. Incluso las distracciones a veces son perturbadoras y dolorosas. Pero Dios declaró: "…
mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos" (Isaías 55.8), y Él sabe que
ocasionalmente necesitamos un cambio de rumbo para lograr mejores resultados que los que obtendríamos si
siguiéramos nuestros planes originales.
Piensa en José. Dios lo desvió hacia Egipto a fin de prepararlo para que impidiera que su pueblo escogido muriera
de hambre. O en Moisés, el cual se apartó de la vida lujosa en la casa de Faraón para encontrarse con el Señor
en el desierto y prepararse para guiar a los israelitas a la tierra prometida. O en José y María, a quienes el ángel
les anunció el cambio más significativo de todos. María tendría un hijo, y este se llamaría JESÚS, porque él
salvaría a su pueblo de sus pecados (Mateo 1.21). José creyó en ese propósito supremo que Dios tenía para él,
se sometió al desvío y, obedientemente, "le puso por nombre JESÚS" (v. 25). ¡El resto es una historia maravillosa!
Podemos confiar en los planes más grandiosos de Dios mientras va consumando su obra mucho más maravillosa
en la historia de nuestra vida.
DEJA QUE DIOS DIRIJA (O REDIRIJA) TUS PASOS.
Tomado de Nuestro Pan Diario.
Lectura: Salmos 90.7-17.
"Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría." Salmos 90.12
Después de un tornado devastador, un hombre estaba parado afuera mirando lo que había quedado de su casa.
Dispersos entre los escombros, estaban las joyas de su esposa y sus valiosos objetos de colección, pero no tenía
intención de entrar al inestable edificio para buscarlos.
"No vale la pena morir por eso", declaró.
En tiempos de crisis, nuestra percepción de lo que realmente vale en la vida suele ubicarse en la perspectiva
correcta.
En el Salmo 90, que registra una oración de Moisés, este hombre de Dios observa la vida desde el principio
hasta el fin. Ante la brevedad de la vida (vv. 4-6) y la comprensión del justo furor divino (vv. 7-11), le ruega a Dios
que le dé entendimiento: "Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría"
(v. 12 NTV).
Moisés continúa el salmo apelando al amor del Señor: "… aplácate para con tus siervos. De mañana sácianos de
tu misericordia…" (vv. 13-14). Y concluye orando por el futuro: "Sea la luz del Señor nuestro Dios sobre nosotros,
y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros" (v. 17). Nuestros días contados y la brevedad de la vida
nos invitan a abrazar el amor eterno de Dios, y como Moisés, a enfocarnos en las cosas más importantes.
NUESTROS DÍAS CONTADOS NOS INDICAN QUE ACUDAMOS AL AMOR ETERNO DE DIOS.
Tomado de Nuestro Pan Diario.
Lectura: Marcos 10.17-27
"…todas las cosas son posibles para Dios." Marcos 10.27.
Cuando nos acercamos a la celebración de la Pascua, empiezo a pensar en el sacrificio que hizo Jesús para
que yo pudiera reconciliarme con Dios. Para concentrarme en todo lo que Él dejó por mí, hago un pequeño
sacrificio personal. Cuando me abstengo de algo que normalmente me encanta, toda ansia de esa comida, bebida
o pasatiempo me recuerda a cuánto más renunció Cristo por mí.
Como quiero tener éxito, suelo dejar algo que no me resulte sumamente tentador. Sin embargo, aun así, fracaso.
Mi incapacidad para ser perfecto en algo tan pequeño me recuerda la gran importancia de la Pascua. Si
pudiéramos ser perfectos, Jesús no tendría que haber muerto.
El joven rico con quien se encontró el Señor en un sendero de Judea estaba tratando de ganar la vida eterna
siendo bueno. Pero Jesús, como sabía que aquel hombre nunca sería lo suficientemente bueno, declaró:
"Para los hombres es imposible, mas para Dios, no" (Marcos 10.27).
Aunque renunciar a algo no hace bueno a nadie, sí nos recuerda que el único que posee esta cualidad es Dios
(v. 18). Y es importante recordarlo, porque el sacrificio de un Dios bueno y perfecto es lo que hace posible nuestra
salvación.
JESÚS SACRIFICÓ SU VIDA POR NOSOTROS.
Tomado de Nuestro Pan Diario.
Lectura: 2ª Juan 1.1-11.
"Si alguien va a visitarlos y no enseña estas cosas, no lo reciban en su casa ni lo saluden." 2ª Juan 1.10 TLA
En 1962, John Glenn hizo historia como el primer norteamericano en dar la vuelta a la Tierra en una nave
espacial. Cuando ascendía, desde la torre de control dijeron: "Godspeed [Saludos], John Glenn". Esta palabra
inglesa significa "que Dios te prospere".
Aunque actualmente no la oímos con frecuencia, el apóstol Juan usó esta expresión en su segunda
epístola: "Si alguien va a visitarlos y no enseña estas cosas, no lo reciban en su casa ni lo saluden."
(2ª Juan 1.10 TLA).
¿Cómo pudo Juan, también conocido como "el apóstol del amor", advertir a los creyentes de que se
abstuvieran de tratar bien a otros, e incluso de desearles prosperidad?
Los evangelistas itinerantes del tiempo primitivo de la Iglesia dependían de la hospitalidad de otros cristianos
para proveerse de hospedaje y alimentos. Pero Juan estaba más preocupado por otro asunto, que el mero
bienestar de aquellos predicadores. Aquí Juan está afirmando que la verdad bíblica es lo más importante.
Si algún misionero no enseñaba la misma doctrina que los apóstoles habían enseñado, nadie debería bendecir
su labor dándole alojamiento o ayuda financiera.
Esto también se aplica a los creyentes de hoy. Debemos tratar bondadosamente a todos, porque Dios es bueno
con nosotros. Pero si nos buscan para ayudar a financiar un proyecto, es importante que le pidamos sabiduría al
Señor, siempre. El Espíritu que nos guía a la verdad (Juan 16.13) nos mostrará cuándo es apropiado "saludar" a
quienes encontremos.
EL ESPÍRITU DE DIOS Y SU PALABRA NOS DAN SABIDURÍA PARA DISCERNIR ENTRE LO VERDADERO Y
LO FALSO.
Tomado de Nuestro Pan Diario.
Lectura: Romanos 12.3-13.
"Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo." 1ª Corintios 12.6.
Un día, me di cuenta de que mi pie derecho hace todo el trabajo con los pedales cuando conduzco mi automóvil
de cambio automático: presiona él solo el acelerador y el freno.
El izquierdo está inactivo. ¿Qué pasa si decido que, para ser equitativo, mi pie izquierdo reemplace al derecho
durante la mitad del tiempo? Si nunca lo has hecho, ¡por favor, no lo intentes!
Si nosotros no exigimos tal igualdad a los miembros de nuestro cuerpo, ¿por qué a veces esperamos esto de la
gente de la iglesia? Al parecer, era una cuestión que enfrentaba la iglesia de Roma en el siglo I.
Algunos se consideraban más importantes de lo que debían (Romanos 12.3) porque realizaban algunas tareas
que otros no hacían. Pero Pablo nos recuerda que "no todos los miembros tienen la misma función" (v. 4), que
hemos sido dotados según la gracia de Dios (v. 6), y que Él nos dio esos dones para servir a los demás y no a
nosotros mismos (vv. 6-13). La diligencia y el fervor deben caracterizar nuestro trabajo, porque servimos al Señor
y no a los hombres (v. 11).
Entonces, no espiemos para ver qué hacen o dejan de hacer los demás. Fíjate cómo puede Dios utilizarte en su
reino hoy. Te ha dotado exactamente como Él quería (v. 3).
EN LA ORQUESTA DE DIOS CADA UNO EJECUTA SU PARTE, PERO LO MÁS IMPORTANTE ES
MANTENER LA ARMONÍA.
Tomado de Nuestro Pan Diario.
Lectura: Romanos 3.10-18.
"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios." Efesios 2.8.
"Juan Carlos era un hombre bueno —señaló el pastor en el funeral de Juan Carlos García—. Amaba a su familia,
era fiel a su esposa, sirvió a su país en las fuerzas armadas, fue un excelente padre y abuelo, y un gran amigo".
Pero después, el pastor explicó que la buena vida que llevó este hombre no era suficiente para asegurarle un
lugar en el cielo… ¡y que el propio Juan Carlos habría sido el primero en decirlo!
Él creía lo que expresa la Biblia: "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios"
(Romanos 3.23), y "la paga del pecado es muerte" (6.23). El destino final y eterno de Juan Carlos no
dependía de haber vivido una vida realmente buena, sino de la obra de Jesús que había muerto en su lugar
para pagar el castigo por el pecado.
Él creía que cada uno de nosotros debe aceptar personalmente el regalo de Dios, que es la "vida eterna en
Cristo Jesús Señor nuestro" (6.23).
Juan Carlos fue un buen hombre, pero jamás podría haber sido suficientemente bueno. Y nosotros tampoco.
Sólo por gracia podemos ser salvos por medio de la fe. Y esto no tiene nada que ver con el esfuerzo humano,
pues "es don de Dios" (Efesios 2.8).
"¡Gracias a Dios por su don inefable!" (2ª Corintios 9.15).
NO SOMOS SALVOS POR LAS BUENAS OBRAS,
SINO POR LA OBRA DE DIOS.
Tomado de Nuestro Pan Diario.
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Lectura: Marcos 11.1-11
"Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá." —
Marcos 11.3.
Hace muchos años, cuando un joven amigo nos pidió prestado el automóvil, mi esposa y yo dudamos un
poco al principio. Era nuestro coche. Nos pertenecía y dependíamos de él. Pero de inmediato, sentimos que
debíamos compartirlo con él porque sabíamos que Dios deseaba que nos ocupáramos de los demás. Entonces,
le dimos las llaves y fue a una iglesia a unos 45 kilómetros, para dirigir una conferencia juvenil. El Señor utilizó la
reunión para que los jóvenes conocieran a Cristo como Salvador.
Jesús les mandó a sus discípulos que tomaran un asno de otro hombre. El Hijo de Dios les dijo: «Desatadlo y
traedlo» (Marcos 11.2). Si alguien les reclamaba, debían aclarar: "El Señor lo necesita", y les permitirían llevarlo.
Sobre ese pollino, el Señor Jesucristo entró en Jerusalén, en lo que hoy denominamos Domingo de Ramos.
Este hecho tiene una lección para nosotros. Todos tenemos cosas que apreciamos profundamente. Tal vez
hemos pensado: Jamás podría desprenderme de esto. Quizá sea un automóvil nuevo, un abrigo, alguna otra
posesión o nuestras preciosas horas libres durante la semana. ¿Estaremos dispuestos a entregar algo que
tenemos cuando una persona evidentemente lo necesita?
Si sientes que el Espíritu Santo está hablándote, entrega tu tiempo o tus bienes, tal como aquel hombre le dio
su animal a Jesús. ¡El Señor será entonces glorificado como merece!
DIOS NOS DA TODO LO QUE NECESITAMOS; POR ESO, NOSOTROS PODEMOS DAR A QUIENES
NECESITAN.
Tomado de Nuestro Pan Diario.
Lectura: Deuteronomio 30.11-20
Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
Deuteronomio 30.11
Muchos de los contratos, garantías y descargos que acompañan a los productos son casi ilegibles.
Impresos intencionalmente en letra muy pequeña, procuran que los usuarios no los entiendan. Por esta
razón, muchas personas no leen las cláusulas de los contratos antes de firmarlos.
Un profesor universitario mostró un contrato con el usuario, de 32 páginas, que venía con su nuevo teléfono
inteligente, y declaró sobre la compañía: "No quieren que lo lea, es obvio".
Por el contrario, el Señor siempre busca comunicarse con sus hijos en forma clara y convincente, sin intentar
confundir ni engañar.
Justo antes de entrar en la tierra prometida, Moisés les declaró a los israelitas: "Porque este mandamiento que
yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. […] os he puesto delante la vida y la muerte,
la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia" (Deuteronomio 30.11,19).
Dios quiere que entendamos claramente su plan y propósito para que lo amemos, obedezcamos y
nos aferremos a Él.
El Señor "…es vida para ti, y prolongación de tus días." (v. 20). Está bien claro.
LOS COMUNICADOS DE DIOS NUNCA VIENEN EN LETRA PEQUEÑA.
Tomado de Nuestro Pan Diario.
Lectura: Romanos 6.1-11
"Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él." Romanos 6.8.
Estábamos con la familia en un parque, cuando la gente que nos rodeaba empezó a mirar atentamente
hacia arriba. Un pequeño avión formaba letras con el humo que emitía. Mientras observábamos, el piloto escribió:
«TE AMO».
Todos empezamos a especular. Quizá sea una propuesta matrimonial. Tal vez un hombre romántico está
con su novia en un balcón cercano, y pronto le preguntará: ¿quieres casarte conmigo?
Seguimos con la mirada hacia arriba: «TE AMO, J-E-». Escuché que unas jovencitas decían: "Apuesto a que
es Jerónimo o quizá Jésica". Las letras seguían apareciendo… no, era: «JESÚS». El piloto estaba declarando
al mundo su amor por Jesús.
Un amigo mío suele terminar sus oraciones diciendo: "Señor, te amo". Y comenta: "No puedo evitar decirle que
lo amo, después de todo lo que ha hecho por mí".
En Romanos 6.1-11, nuestro pasaje bíblico para hoy, el apóstol Pablo relata algunas de las cosas que
Cristo ha hecho por nosotros y por las cuales merece nuestro amor: fue crucificado, sepultado y resucitado.
Por esta razón, los que hemos puesto nuestra fe en Él tenemos ahora vida eterna (v. 4), el pecado o el temor
a la muerte ya no tienen que someternos (vv. 6, 9), y un día, nosotros también resucitaremos para vivir con el
Señor para siempre (v. 8).
Con razón, decimos: ¡Te amo, Jesús!.
CRISTO MURIÓ POR NOSOTROS PARA MOSTRARNOS SU AMOR. MOSTREMOS EL NUESTRO VIVIENDO
PARA ÉL.
Tomado de Nuestro Pan Diario.
Lectura: Génesis 2.1-7.
"El Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser
viviente." Génesis 2.7.
Cuando Dios eligió el polvo como su material artístico para crear a Adán, no tuvo que preocuparse de que se
agotara. Entre mil y tres mil millones de toneladas de polvo del desierto ascienden al aire anualmente.
Mil millones de toneladas llenarían catorce millones de vagones de un tren que rodearía seis veces el ecuador
de la Tierra.
Nadie tiene que comprar polvo, ya que todos tenemos más del que deseamos. En mi casa, lo ignoro lo más que
puedo. Razono: Si no lo molesto, no se nota. Pero, a la larga, se amontona hasta el punto en que no puedo
simular que no está. Entonces, tomo los materiales de limpieza y empiezo a quitarlo de donde encontró su
morada.
Cuando quito el polvo, me veo reflejado en la delicada superficie. Entonces, percibo otra cosa: que Dios
tomó algo sin ningún valor, el polvo, y lo convirtió en algo valioso… tú, yo y todas las demás personas.
Que Dios haya usado polvo para crear a los seres humanos me hace pensar dos veces antes de catalogar
de despreciable a alguien o algo. Quizá eso mismo de lo que quiero librarme (una persona o un problema que
me molesta) sea el material artístico que Dios usó para mostrar su gloria.
«Al estar todos hechos del mismo material, seamos misericordiosos y justos»
AL ESTAR TODOS HECHOS DEL MISMO MATERIAL,
SEAMOS MISERICORDIOSOS Y JUSTOS CON LOS DEMÁS.
Tomado de Nuestro Pan Diario.
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