Relación con Dios
Amamos a Dios a través de nuestra obediencia y adoración. Él es el centro de nuestra vida.
Sin Dios, no somos nada. Lucas 10.27 (Biblia en Lenguaje Sencillo): El maestro de la Ley respondió:
"Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente y con todas tus fuerzas", y "Ama a tu
prójimo como te amas a ti mismo".
Haciéndonos a la imagen de Dios
La meta de cada cristiano es desarrollar el carácter de Jesús en su vida. Se trata de que tengamos más de Él y menos
de nosotros mismos. El vivir en el poder de la resurrección es estar llenos de Él y vacíos de nosotros mismos. Jesús es
nuestro ejemplo y modelo. Cada cristiano en nuestra iglesia debe reflejar Su carácter y vivir una vida bajo el poder y
control del Espíritu Santo: "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús: Él, siendo en forma
de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de
siervo y se hizo semejante a los hombres. Mas aún, hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas y le
dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en
los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
" Filipenses 2.5-11RV95.
La familia
Este es un principio fundamental del Reino ordenado por Dios desde el principio. El matrimonio entre un hombre y
una mujer es la voluntad de Dios y el fundamento de la sociedad. El matrimonio mantiene a la sociedad libre de la
inmoralidad. Si la familia se pierde, perdemos el fundamento de nuestra sociedad. Es por esto que protegemos la
unidad y santidad del matrimonio hasta la muerte. Además, la familia es el símbolo de la familia-iglesia. Si perdemos
la unidad en la iglesia, perdemos el fundamento de la sociedad en el Reino de Dios: "Y creó Dios al hombre a su
imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó." Génesis 1.27 RV95.
Sexualidad humana
Creemos que Dios ha mandado que ninguna actividad sexual íntima sea practicada fuera del matrimonio legítimo.
Creemos que el único matrimonio legítimo es la unión de un hombre y una mujer (Génesis 2.24; Romanos 7.2;
1ª Corintios 7.10; Efesios 5.22-23). Creemos que cualquier forma de homosexualidad, lesbianismo, bisexualidad,
bestialidad, incesto, fornicación, adulterio y pornografía son perversiones pecaminosas del don de Dios del sexo.
Creemos que Dios desaprueba y prohíbe cualquier intento de alterar la apariencia o el género de uno con
intervención quirúrgica (Génesis 2.24; 19.5; 26.8-9; Levítico 18.1-30; Romanos 1.26-29; 1ª Corintios 5.1; 6.9;
1ª Tesalonicenses 4.1-8; Hebreos 13.4).
Aborto
Creemos que la vida humana principia en la concepción y que la criatura que no ha nacido es un ser humano.
El aborto consiste en el tomar la vida de ese ser humano sin justificación. Aborto es homicidio.
Rechazamos toda enseñanza que aluda a que el aborto es aceptable por motivos de violación, incesto, defectos
genéticos, selección de género, control natal, o el bienestar mental de la madre
(Job 3.16; Salmos 51.5; 139.14-16; Isaías 44.24; 49.1,5; Jeremías 1.5; 20.15-18; Lucas 1.44).
Bendiciones generacionales
Por medio de la estructura de gobierno apostólica de nuestra iglesia, las bendiciones son pasadas de generación
a generación. Aún si algunas personas vinieron a la fe provenientes de familias quebrantadas, se convierten en
herederos de una bendición porque han nacido de nuevo en una familia espiritual. Aunque biológicamente no
seamos de la simiente de Abraham, somos simiente de él por medio de la fe en Cristo. Por lo tanto, todas las
bendiciones desatadas a Abraham son ahora nuestras bendiciones para disfrutar y pasar a nuestros hijos
biológicos y espirituales: "Así que Dios bendecirá, por medio de Abraham, a todos los que confían en él como
Abraham lo hizo." Gálatas 3.9 BLS. "Por eso, ya no sois extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los
santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la
principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. En él todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo
santo en el Señor." Efesios 2.19-21 RV95.
El progreso
Es el deseo de Dios que prosperemos en todas las áreas. Por esta razón, valoramos la madurez espiritual, social y
financiera. Cada cristiano puede vivir una vida libre de deudas y opresión económica. La pobreza es producto de una
mentalidad negativa y puede ser destruida con la obediencia a los principios de mayordomía del Reino. El pueblo de
Dios no necesita más dinero, sino más sabiduría para administrar lo que tiene. Cuando estos principios son
implementados, las posibilidades son ilimitadas. Dios hace sus obras más grandes en medio de la fe obediente.
Nosotros somos testigos de esto. "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud,
así como prospera tu alma." 3ª Juan 2 RV95.